miércoles, 1 de octubre de 2008

Honest day thinking

Alguna vez leí que Julito César (sí, el que conquistó Galia transalpina) lloró al ver una estatua de Alejandro y pensar que no había hecho nada. Claro, al lado de Alejandro (magno, no te emociones, Jano, si algún día lees esto) nadie ha hecho nada. Pero soy un maldito egoísta y no me importa nadie excepto yo, así que la pregunta que me surge es ¿y yo qué he hecho?

Sé que algo debo haber hecho.

No sé donde lo dejé. Olvidado. En la memoria colectiva. De alguien.

Algo debo haber hecho, no logro saber qué. Vivo engaña(n)do en la idea de vivir para lo que voy a hacer cuando disfruto de la flojerita máxima y perderme en un océano de bilz y pap.

La eterna promesa de mis promisorias capacidades. Los tíos abuelos cuando yo era chico y sus abrazos de tan inteligente este niño. Sí, inteligente. Ya ven a donde me ha llevado.

¿A dónde me ha llevado? ¿Estoy bien donde estoy o no? ¿Estoy donde quiero estar?

¿Dónde quiero estar?

A veces debería sentarme a escribir una lista de cosas que quiero hacer y ver cómo las voy cumpliendo. Pero lo importante es saber qué quiero, que no es algo que tenga claro la mayor parte del tiempo. De hecho, no sé si lo he tenido claro. Dejarse llevar por la corriente, alguna corriente, seguir el tao. Bullshit pero no bullshit, bullshit la interpretación que he hecho, bullshit la justificación de la inactividad.

Y la pregunta es "y ahora, ¿qué voy a hacer?"

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