sábado, 13 de octubre de 2007

Walking

Voy caminando por una calle cuando aparece ella y conversamos. Nos vamos entremedio de la gente y avanzamos. En el siguiente paso corremos. Un poco más allá trotamos. Como voy ocupado, pensando en abc-alfa-beta-gamma, a veces miro a la gente evitando chocar, entonces pienso que ella quizás querría que la mirara mientras hablamos, pero el miedo a tropezar es grande y poderoso, lo suficiente para no querer chocar con la gente que pasa a mi lado con maletines, o con caras de serios, o que podrían quemar mis manos con una colilla de cigarro.

Voy caminando por la calle cuando siento un ruido bajo mis pies y hay gatitos abandonados. Pienso en mis propios gatos, veo que estos son preciosos y quiero cuidarlos. Pero no puedo, porque no tengo donde meter tres gatos más, y la disyuntiva del espacio versus el querer que los animalitos, que no tienen nada salvo su maullido y su pelaje, se salven de un perro o, peor, del hambre y el frío, esa disyuntiva, me carcome por dentro y me alejo de ellos sintiéndome un perro.

Voy caminando por la calle que está repleta de gente fea. Necesito vivir en un lugar más agradable pero aún no soy capaz de pagármelo, aún no soy capaz y espero que llegue pronto el día en que sí lo sea, espero, trabajo tan light, es necesario esfuerzo pero por ahora prefiero esperar. Es mi propio síndrome de Estocolmo por vivir en esta parte fea, llena de gente fea que mira con cara de cordero degollado.

4 comentarios:

jpsoto dijo...

Impresionante...

Dale una vuelta a lo de la gente... A veces puedes encontrar belleza en donde menos parece estar.

Janoma dijo...

O puedes salir a caminar a otros lados, y cuando vuelvas a tu casa, caminas desde el metro con los ojos cerrados.

Alvaro dijo...

El problema con ese enfoque es que puedo tropezarme. O quemarme con un cigarro ajeno,

Jaskask dijo...

Saben, yo concuerdo con Alvaro. Desearía ver más gente linda en todo sentido. No lo culpo y sé que el ve lo lindo más allá de todo. No se hagan los intelectuales con esto, es la realidad.