lunes, 17 de noviembre de 2008

Nunca creerías lo que sacó el conejo del sombrero

Días pasan, semanas pasan, y yo convencido. Estoy convencido. Los gozos de los comienzos. Construyendo de a poquitito.

Horas pasan, y a ti, sólo a ti, mi saudade no te alcanza. O sí, no lo sé. Pero te amo más de lo que podrías imaginar y los lazos cortados son un dolor profundo.

Una mezcla rara de felicidad por un lado y saudade por el otro.

Pero felicidad.

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