Días varios part one

Hoy es un día raro. Día en que estuve con Jecka y sostuvimos conversaciones a punta de cafeína inyectada en nuestras úlceras. Sus entradas inencontrables en ninguna parte y mis deseos de teñirme rubio, usar heroína y collares de cuero con puntas metálicas en caso de que lo peor pase. Lo peor es terminar con el hombre que me enamora continua y diferenciablemente algún día. Debe haber cosas peores pero no alcanzo a pensar en ellas.

Día raro porque pese a nuestra luminosidad personal, hoy ganó en lo macro-país, que es micro-mundial y épsilon chico en la realidad, el oscurantismo y la farsa. Pienso en lo que escribía Jano el otro día y en realidad, en realidad, me pueden lamer las pelotas todos y espero que pongan cara de placer. Jódanse.

Pero me consuela saber que hay discos y box sets de kraftwerk, pj harvey y pixies esperándome. Una cuerda de guitarra espera que la ponga en la guitarra. La luz amarilla del otoño que hace que inevitablemente piense en Caro. El amor, last but certainly not least, que me complica manejarlo, me complica su existencia, pero me encanta vivirlo.