lunes, 5 de noviembre de 2007

Los días

City's alive-and surprise, so am I
Blur

(Esta entrada tiene soundtrack, el que puedes descargar durante una semana aquí)

Cuando leí lo de Jano, hace unos días, me impresioné. Me impresionó haber olvidado esos días casi tanto como me impresionó recordarlos. En verdad fueron buenos días. Y a veces, cuando los atisbaba, me parecían días idos, idos lejos, idos a la cresta.

En efecto, para mí, como ex-estudiante, lo están.

Sin embargo, hay otros días. Los hay llenos de trabajo, por cierto, pero hay otras cosas que hacen que los días actuales sean buenos, hay otros ocios, hay otras tardes. Quizás hay otros detalles. Hay otras tardes que pasan.

Es agradable encontrarse con alumnos, por ejemplo. Es agradable cuando te saludan y te dicen profe, aunque uno no merezca ese apelativo. Es agradable sentirse atraído por la gente que pasa por la calle, cuando voy caminando en lugares agradables, que miras y están bien.

Creo que si hay algo que resiento de los días actuales es no ver a mis amigos todos los días, como antes, y echo de menos ese conversar continuo y bien diferenciable, que pasaba eternamente. Claro, hay modos de comunicarnos a distancia, pero no es lo mismo. Por eso, cuando sí  los veo, lo disfruto. Me llena, de verdad.

También es agradable (aunque agobia de repente) estar en la casa, ver a mi familia (que estaba tan en segundo plano cuando estudiaba) y ayudarle en las tareas a mi hermano. Ser una especie de dueño de casa algunos días y cocinar. Me aburre después de un tiempo, claro, pero es también agradable y lo disfruto.

Pero sobre todo disfruto cuando salgo en la tarde y veo los arreboles. O los veo de mi patio. Ver a los gatitos que ya caminan por todos lados y se aburren en su caja. Hacer el aseo de mi pieza aburre pero ciertamente al terminar es algo que parece estar bien, aunque yo sea un alvaro empolvado.

¿Qué falta? Quizás ver más cosas, salir un poco más, un trabajo más agradable, escribir compulsivamente, dibujar elefantes, conocer a alguien interesante en algún sentido más que amiguístico, plantar un árbol y tener un hijo. Pero no falta tiempo.

Algún día faltará, ahora no.

6 comentarios:

Jaskask dijo...

yo quiero una tardecita folk contigo ñum, con dav y con pastelitos y tomar té helado en el patio de tu casa y ver el atardecer.

Alvaro dijo...

Yo también!!

jpsoto dijo...

Esas son las cosas que luego de mucho rato uno se da cuenta que son importantes. Es el primer paso a cambiar hacia hacer lo que uno realmente quiere. Agradecerse a si mismo por atraerse las cosas buenas que tiene alrededor.

Nos vemos Caro Amigo!

Janoma dijo...

También es posible darse cuenta de eso luego de poquísimo rato al terminar de leer un libro adecuado, jejeje.

Alvaro dijo...

@jano: Claro, como "El manual para ser feliz en tres simples pasos, con tres simples subpasos cada uno, con tres simples subsubpasos cada subpaso, con tre…"

@elque: sí. hay que ver a donde va uno ahora.

Anónimo dijo...

Una apologia a la sencillez de la vida, compadre.
A ver si el resto del mundo aprende de una vez.
Y a ver si nos juntamos luego en algun bar de la capital a tomar algo y tal. Jeje.
Saludos.