Si tienen una cámara de video conectada a una pantalla, es inevitable el experimento (¿o la experiencia?) de apuntar la cámara al monitor y ver que pasa. Es inevitable y es entretenido.
En cierto sentido, así son los días que persisten.
Se juntan los días buenos con los días malos, los días de recuerdos de ocios
sábado, 3 de noviembre de 2007
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